Las actitudes tienen tres componentes:
1. Cognitivo: La creencia y pensamientos asociados a una actitud.
2. Emocional: El segmento emocional o sentimental de una actitud. Es el componente más importante de la actitud.
3. Conductual: La intención de comportarse de cierta manera frente a alguien o hacia algo.
En las organizaciones las actitudes son importantes porque afectan el comportamiento en el trabajo. Por eso es importante entender cómo se forman, su relación con el trabajo y desempeño actual, y como pueden cambiarse.
La satisfacción en el trabajo es una actitud general del individuo hacia su trabajo.
El compromiso con el trabajo es el grado en el cual una persona identifica con su trabajo, participa activamente en él, y considera su desempeño importante para la valoración propia.
El compromiso organizacional es el grado en el cual un empleado identifica con una organización en particular y con sus metas y desea mantenerse en ella como uno de sus miembros.
Aunque con diferente intensidad y en diferentes momentos, se suelen adoptar diferentes actitudes cuando nos enfrentamos a los conflictos. Dichas actitudes se encuentran vinculadas a la importancia de la relación con los demás y a la importancia de los objetivos.
Las cinco actitudes son las siguientes:
a) La competición (gano-pierdes)
Es una situación en la que conseguir lo que yo quiero, hacer valer mis objetivos, mis metas, constituye lo más importante. No importa que para ello tenga que pasar por encima de quien sea.
b) La acomodación (pierdo-ganas)
Con tal de no enfrentarme a la otra parte, no hago valer o ni siquiera planteo mis objetivos.
Esta actitud tiene como efecto que nos vamos aguantando hasta que no podemos más.
c) La evasión (pierdo-pierdes)
Esta actitud se refiere a que ni los objetivos ni la relación interesan. No se consiguen ni se cumplen ninguno de los dos.
d) La cooperación o colaboración (gano-ganas)
Conseguir los propios objetivos es muy importante, pero mantener la relación también lo es.
e) La negociación o el compromiso
Llegar a una cooperación plena y totalmente equilibrada es muy difícil.
Aquí se trata de que ambas partes ganen en lo fundamental, ya que no pueden llegar al 100%.
Por otro lado, el esquema también plantea algo fundamental: cuanta más importancia posean los objetivos y la relación, más importante será aprender a cooperar; en los otros modelos se llega, irremediablemente, a perder.
Referencias:
Universitat Oberta de Catalunya. (30 de Septiembre de 2013). Edukanda. Recuperado el 2 de Octubre de 2013, de http://www.edukanda.es/mediatecaweb/data/zip/695/XW09_80542_00395/web/main/m2/v6_4.html
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